El estrés y la ansiedad, los miedos, los problemas digestivos, los desequilibrios alimentarios, los problemas relacionados con la vida intrauterina y el nacimiento, la dificultad para liberarse de una pesada herencia genealógica (memorias transgeneracionales), la falta de energía y vitalidad, la falta de confianza y seguridad, los problemas relacionados con la sexualidad, las adicciones de todo tipo, especialmente emocionales, el apego excesivo, la dificultad para dejarse llevar.
Llamado “Hara“ por los japoneses, el vientre es el depósito de la energía y la matriz de la memoria del ser, donde se digieren las experiencias y se almacenan sus residuos emocionales. Considerado como el segundo cerebro, alberga el sistema digestivo y juega un rol importante en la gestión de las emociones, a través de la producción de un poderoso neurotransmisor (la serotonina). Es un espacio donde se imprime la herencia transgeneracional del ser, el útero también está vinculado a los procesos de fecundación y nacimiento/creación.
Un vientre armonizado trae muchos beneficios: vitalidad, entusiasmo, creatividad, seguridad y confianza.
Una boca cerrada, sonidos que salen, una escucha a diario del bálsamo sonoro. Una forma de salir de nuestra crisálida y de encontrar nuestro camino a través de la voz de Erin. Una cura profunda y efectiva que le permitirá ver más claramente y avanzar en su camino. Una cierta liberación y un poderoso impulso de energía.
He notado una mejora en mi respiración, ahora más completa, pero también un cambio en la conciencia, una liberación y una apertura, con una mayor capacidad de expresarme y decir las cosas.